Estando próximos a cumplir 2 años de la pandemia, se debe tomar en cuenta varios detalles que nos ayudarán a no bajar la guardia y confiarnos frente a un virus que ha demostrado gran capacidad para evadir nuestras defensas.
Ómicron es una variante mucho más transmisible en relación a las previas conocidas, con una posibilidad hasta 3.7 veces mayor de infectar a los vacunados, ya que puede evitar la respuesta inmune de dichas vacunas, sin embargo, éstas siguen disminuyendo los casos graves con las consecuentes hospitalizaciones y muertes derivadas.
Esta variante tiene mayor afinidad por las células del tracto respiratorio superior que por las de nivel pulmonar, menor carga viral e inflamación en los pulmones, lo que explica que su transmisión sea mayor por vías nasales y saliva y obviamente su contagio de manera exponencial en comparación a sus antecesores.
Los pacientes infectados pueden ser contagiosos en un rango de tiempo que oscila entre 3 a 12 días, se debe también al advenimiento de las vacunas que han disminuido la mortalidad, internamientos y periodos de aislamiento. La capacidad de reinfección de ómicron es 5 veces mayor que delta para reinfectar a pacientes que ya padecieron previamente la infección.
Otra singularidad de esta variante es la presencia de falsos negativos en las pruebas sobre todo las de antígeno que no reconocen las mutaciones en las proteínas de ómicron, debido a la alta variabilidad producida en las dianas genéticas del virus. Por ejemplo, pacientes infectados presentan pruebas PCR negativas en su país de origen, y al viajar y realizarse la prueba en un país extranjero pueden resultar positivos.
A pesar de que el curso de la enfermedad con la variante ómicron puede ser leve hasta en un 96% de pacientes, los mismos no están libres de presentar complicaciones a largo plazo, ya que, este virus puede provocar una afectación sistémica a nivel del aparato respiratorio, cardiovascular, cerebro, digestivo, hígado, ganglios linfáticos, neurológico, entre otros. De allí la importancia de visitar siempre a un profesional de la salud ante la sospecha de esta enfermedad.
La mejor forma de prevenir los contagios es el uso de mascarilla y en esta variante en particular las KN 95, ya que se ha visto que las de tipo quirúrgico no detienen el paso del virus en su variante ómicron, así como mantener el distanciamiento y el uso de alcohol o lavado de manos frecuente.
Dr. Javier Rosero Villarreal
Especialista en Medicina de Emergencias
Clínica Integral